Comentario sobre Le Seine à Croisset, près de Rouen (El Sena en Croisset, cerca de Rouen)
La producción de Albert Lebourg vuelve una y otra vez al territorio de la infancia. Si bien recorrió y pintó en Algeria, Holanda, Bélgica, Suiza e Inglaterra, y en diversos puntos de Francia, sus obras recuperan la geografía de su tierra natal, Normandía (1). Las vistas que realizó dentro y fuera de su país conservan el paisaje de su niñez: campos infinitos, ríos detenidos o corriendo bajo puentes, caminos de tierra, viejos molinos, y sus habitantes, hombres en canoas o a caballo, marinos y molineros. La condición humana aparece supeditada a un único tema, el paisaje sin la crítica hacia el duro trabajo del campesinado.
Aunque fue un pintor atento a las búsquedas de los impresionistas, y expuso junto a ellos en dos ocasiones (en 1879 y 1880), su producción se desarrolló sin adherir al grupo. Como otros artistas contemporáneos, salió a pintar al aire libre, estudiando la luz y sus efectos en la naturaleza, con las variaciones propias de los diferentes momentos del día: bajo la débil luz de la mañana, al mediodía, o en la penumbra del ocaso. El interés por las leyes que rigen los fenómenos naturales puede observarse en la pintura
La Seine à Croisset, près de Rouen, región normanda que representó en numerosas oportunidades. El artista pintó la obra a partir de rápidas pinceladas, privilegiando las sombras coloreadas en las casas, las nubes y los reflejos sobre el agua, evitando los contornos, con formas abiertas.
Si bien en algunas de sus pinturas se observan las altas chimeneas de las fábricas o los nuevos trenes, la ciudad moderna permanece en segundo plano, pues Lebourg privilegió un relato visual de la campiña normanda, protagonizado por el río Sena, los pueblos derramándose en las laderas, y los cielos atmosféricos y brillantes del norte francés.
por Paola Melgarejo
1— Para más información sobre la producción del artista véase: Léonce Bénédite, Albert Lebourg. Paris, Galerie Georges Petit, 1923.
Bibliografía
1907. GÓMEZ CARRILLO, Enrique, “Progresos artísticos de Buenos Aires”, El Nuevo Mercurio, París, nº 2, febrero.
1908. “El Museo de Bellas Artes. Inauguración de nuevas salas”, La Nación, Buenos Aires, 1 de julio.