Comentario sobre El escultor Julien Dillens
Julien Dillens (1849-1904) fue un destacado escultor belga perteneciente a una familia de artistas. Su padre fue pintor de historia y sus hermanos se dedicaron a distintas ramas del arte, pero fue su tío Adolfo, también pintor, quien más influyó en él. Realizó sus estudios en la Academia Real de Bellas Artes de Bruselas y tuvo como maestro a Eugenio Simonis. Una de sus primeras obras, la decoración escultórica de la Bolsa de Bruselas, fue realizada en colaboración con el joven Rodin y con el maestro de éste, Carrier-Belleuse, en 1870. Obtuvo importantes distinciones; por ejemplo, el Premio de Roma en 1877, la medalla de honor en las exposiciones universales de París de 1889 y 1900. En su estadía en Italia, debido al Premio de Roma, recibió el impacto de la escultura renacentista, que influyó en su producción futura especialmente por su predilección por el género del desnudo, en el que alcanzó una notable excelencia. Entre sus obras más conocidas figuran la estatua del abogado Hipólito Metdepenning, ubicada frente al Palacio de Justicia de Gante;
El laurel, en el Jardín Botánico de Bruselas, y, en esta misma ciudad,
Las cuatro estaciones, en el frente de la Maison du Renard, en la emblemática plaza conocida como Grande-Place. Lagae, que admiraba mucho a Dillens, realizó –además de este retrato– un monumento a su memoria en 1911, por iniciativa de sus amigos y colegas, entre los que se contaba, por supuesto, nuestro escultor. Esta obra se encuentra en la plaza de Meeus en Bruselas. Se compone de un alto pedestal en cuyo frente presenta un medallón en alto relieve con el perfil de Dillens y, como protagonista del monumento, sobre el pedestal se posa una figura alegórica femenina alada. Es el Genio de la Inmortalidad, con los brazos y la mirada dirigidos hacia el cielo, réplica de una escultura de Dillens pero sin los objetos que este personaje sostiene en cada una de sus manos en la obra original. En esta pieza, noble y austera, Lagae plasma la personalidad modesta, leal y sincera que se percibe en el rostro de mirada melancólica, coronado por una frente ancha, y que se alarga y se afina en una tupida barba. Un ejemplar en bronce de este retrato fue exhibido en la Exposición Universal de Saint Louis en 1904. Ese mismo ejemplar figuró en la Exposición Internacional de Arte del Centenario de 1910 en Buenos Aires. El yeso donado al museo por Lagae formó parte de la exposición de arte belga realizada en el MNBA en 1946.
por Área de Investigación del MNBA